283.
Desnudo me planto hoy ante
vosotros
para que no sigáis cosiendo el
traje
oficial de estar vivo.
Con la carne lejos de las
delicias
que atacan la tripa y demandan
morro
rastrero y sonrisa mellada.
Lejos de la trampa del no me
acuerdo
de haberte visto humano y
encendido.
Hoy me siento
capaz
de dejarme morder por las
miradas
vestido solo con la piel
incierta:
manto de retama sobre el
abismo.
Cerca de hallar la nada que
reparte
el absurdo, la atención y el
silencio.