
Diminutos gestos:
flor de tomillo.
Hueles a promesa posible.
Tocas la arisca ladera
coronada de miedo viejo.
Flor de tomillo,
tus palabras casuales
ablandan el pecho de la roca,
dejándolo todo duda y brotes
tanteando el vacío.
Flor de tomillo
la presencia de brazos mullidos,
incitantes, puliendo una verdad
capaz de allanar
el más estudiado destierro.