nuestra distancia comenzó
cuando gritaste palabras construidas para ser susurros
distancia
predecible y coja
acercándose mientras me tapo con el calendario
comenzó
como una grabación reproducida de noche bajo mi almohada
continuó
alimentándose de la ceguera de mis dedos seniles
terminó
contigo llamando para advertirme de tus ganas de morir.
distancia
dulce con pata de palo
parada frente a tu alegría apenas disimulada