4.
Jugamos al despiste diciendo verdades. La mentira tiene las patas cortas, pero la verdad es coja. Jugamos a creer sólo aquello que encaja con nuestra realidad manufacturada.
Jugamos al despiste diciendo verdades. La mentira tiene las patas cortas, pero la verdad es coja. Jugamos a creer sólo aquello que encaja con nuestra realidad manufacturada.