
Ahora que verdad y mentira se rebelan
como dos caras de una moneda
acuñada en el cretácico inferior.
Ahora que desenfreno es igual
al cisco salmodiando moralejas
a los dedos gordos de los pies.
Ahora que por fin se determinó
la distancia exacta entre el hombre
y su sombra. Ahora, ya era hora,
puedo dejar funcionando la cinta
andadora para que otros sigan buscando.
2 comentarios:
... no me entero...
Yo es que cuando me pongo críptico me pongo críptico.
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