29 de marzo de 2015

Mermelada de naranja amarga


Las calles de Sevilla están llenas de naranjos. De hecho cada año, cuando el invierno se rinde a la evidencia y reconoce su derrota, esos árboles impregnan la ciudad con la fragancia de sus flores. Sí, el manido olor a azahar; uno de esos tópicos que tiene mucho de verdad pero que por trillado ya nadie considera representativo de nada. Pero, ¡ay el que viene por primera vez a Sevilla en un marzo caluroso y es acometido por la fragancia! Una maravilla inesperada, porque todos saben que mi ciudad huele a azahar pero nadie sabe la potencia evocadora de ese olor hasta que es golpeado por él.

En el olor está la verdad y no en las etiquetas y lugares comunes. En el olor está la certeza innegable, la hipótesis imposible de rebatir, en el olor está la imagen que vale más que mil palabras. No en los ríos cursis de dudosa imaginería barroca y retrógrada que venden esta ciudad atrasada en muchos aspectos como un paraíso en la tierra. Pero es que hoy en día el paraíso viaja en la cartera, parece que no nos queremos enterar y soñamos con juntar unas perras para Pepe, por qué no vamos a Sevilla en primavera que dicen que es muy bonita. Con dinero el paraíso se puede diseñar a medida. Yo prefiero la realidad a la idealización del humo.

Está bien que se venda esa parte de esta ciudad, no voy a quejarme, tiene que existir oferta para todos los gustos; pero también variedad y no este secuestro fanático-folk al que lleva sometida Sevilla desde que tengo uso de razón. Todo para la Feria y la Semana Santa, lo demás: un erial cultural. Por supuesto que se organizan actividades de todo tipo, faltaría más, pero de forma precaria y minoritaria sin que desde las instituciones haya existido jamás la más mínima intención de potenciar algo novedoso, algo que rompa con el tópico.

Mi ciudad es hermosa y lo es a pesar de sus insignes y ciegos ciudadanos. En primavera es un espectáculo, pero eso no es mérito más que de la acumulación de años y belleza. Hay algo que no es tan hermoso aquí: un chovinismo mal entendido, un alma estancada, una intransigencia mal disfrazada, una cerrazón mental y mala baba mal disimulada de gracejo y salero, que no hace más que anclarnos en un pasado que no es y no será, para eso es pasado, y negarnos la posibilidad de sumar atractivos a nuestro futuro; atractivos para los sevillanos y para los turistas, atractivos para que aquí se haga de todo y seamos de verdad punteros en algo más que mirarnos el ombligo. 


Sevilla la ciudad donde las calles están llenas de lustrosos naranjos que dan un fruto amargo incomestible que se llevan al palacio de Buckingham para que la Reina de Inglaterra pueda hacer mermelada de naranja sevillana que es la que más le gusta. Y con ese cuento que me repetían de pequeño me quedaba tan satisfecho de ser sevillano y salía a la calle ilusionado a disfrutar de una verdad parcial muy bien vendida.

25 de marzo de 2015

diminutillos

132.

Bajo esta sintética piel de certeza
inestable se mantiene la realidad
expectante hasta que el hombre
quiera tomar las riendas riendo
y regresar a la verdad de verdad.

21 de marzo de 2015

P-30

Salida 4. Lo que la poesía puede hacer por ti (y tú con ella)

Aunque no se lo pidas, la poesía puede hacer mucho por ti y está siempre dispuesta a que la descubras. Porque es libertad y en ella puedes volcar todo lo que habitualmente no te atreves a dejar a la vista, revertir a su estado natural lo que una prohibición absurda ha encadenado.

Es otra forma de ver la realidad, de habitarla, de explorarla. Está llena de senderos poco transitados donde hallarás la sorpresa y la mejor versión de ti mismo.

Es una acción transformadora. Recurre a ella, te ayudará a enfocar justo en lo que necesitas para seguir adelante, te permitirá descansar de la rutina agotadora, coger fuerzas para lo que tengas que ser mañana y atesorar el valor necesario para el cambio.

Nos permite crear una realidad íntima en la que podemos ser nuestra mejor versión. Hace que los disfraces, los roles y las máscaras caigan; dejen de ser necesarios. Porque la poesía tiene hambre de verdad y de autenticidad, y es capaz de despertar ese mismo deseo en nosotros.

El lenguaje poético es poderoso. Si sabemos usar la palabra justa podremos abrir una ventana para que entre luz en esos lugares que han permanecido a oscuras demasiado tiempo. La poesía hará que florezca tu parte más creativa y te dará el poder de construir un mundo a tu medida.

Es la tradición y la innovación juntas, inseparables: sin roces ni enfrentamientos. Es lo que han sido tus mayores y lo que serán tus hijos. Lo que se dijo y lo que se dirá. Es parte de la columna vertebral que sustenta a la humanidad.

La poesía es belleza, es calma, es justicia, es valor, es un campo fértil para cultivar todo lo que nos hará ser mejores y más humanos.

Así celebro yo el Día Mundial de la Poesía: hablando sobre ella, haciéndola real, sintiéndome afortunado por escribirla; pero también queriendo enseñarla, oírla y leerla. Queriendo que las librerías y las calles se llenen de ella, que nazcan nuevas editoriales que la trabajen, pidiendo a los medios que den una imagen real y actual de la expresión poética. Sabiendo que es la mejor manifestación de nuestra intimidad, nuestra singularidad y nuestra pertenencia cultural; pero también una forma de abrirse al mundo, una vía para dar rienda suelta a la curiosidad y a las ansias de aprendizaje.

Por todo, ¡Feliz Día Mundial de la Poesía! 

14 de marzo de 2015

diminutillos

131.

rozar el rezo
rizar el ritmo
rugir
sin razón
roer la roña
rascar la ruta

quedar siempre roto
casi llegar a ser en la punta de la nada

11 de marzo de 2015

diminutillos

130.

mis semejantes no se me parecen
mis enemigos ni se molestan
la sisa del ego queda holgada
la punta de la lengua siempre vacía
no supe ser mi propio silencio
ni combatir la condición acondicionada

7 de marzo de 2015

P-30

Salida 3. Ejercer de poeta y ejercitar la poesía

En este artículo, aparecido originalmente en el blog de la Escuela deFormación de Escritores (EFE) como introducción al Taller de Creación y Lenguaje Poético que imparto en ella, reflexiono sobre la idea constreñida y tópica que se tiene de lo que es la poesía. La intención es romper la distancia y la extrañeza que los que no la leen o escriben asiduamente sienten hacia esta manifestación literaria.

Porque la poesía es muy amplia y cada día se construye y diferencia en nuevas formas de alcanzar lo poético. Os dejo con el artículo y, como siempre, espero vuestros comentarios:

«La poesía nace del sentimiento pero no tiene por qué morir con él. También puede surgir de la reflexión y la idea o incluso puede ver la luz a partir de una intención estética aislada. La poesía puede aguardar, como las semillas pacientes, a que diluvie en el desierto para manifestarse en todo su esplendor y también, sin que nos demos cuenta de su omnipresencia, rodearnos y esperar a a que sean nuestros ojos los que, en un descuido de la seriedad acostumbrada, la descubran.

»Mi intención en estas pocas líneas no es hacer de etólogo de la poesía. No quiero describir los lugares donde habita el animal sino remarcar un hecho que se diluye en el tópico de lo poético en general y de la poesía en particular: los versos pueden ser domados e incluso nacer ya en cautividad; la inspiración y la emoción son solo parte de la ecuación. La poesía ha acompañado al hombre desde siempre y ha sido utilizada para muchas tareas: para contar cuentos a los niños y a los mayores, como pizarra educativa para una sociedad iletrada, como herramienta de expresión para los que carecían de voz; el hecho de que hoy esté más enfocada a la expresión de "individualísimas" maneras de sentir y decir no quiere decir que tenga que ser el diario insustancial de un adolescente enamorado y sufridor. Considerar que se escriben versos solo para "evacuar" sentimientos es cerrarse puertas, quedarse muy corto. Porque los versos son capaces de sacar, en este vivir rutinario y encorsetado, el lado salvaje e inconformista que todos deberíamos cultivar. Quiero que veáis la necesidad de airear nuestro lado creativo, que las calles y las vidas se llenen de extrañas criaturas con ritmo y apariencias sugerentes.

»La poesía puede ser trabajada, pulida, pulimentada. Puede brillar por su naturalidad sin que se note todo el trabajo que hay detrás, toda la intención comunicativa y expresiva que la alimentan. Porque el poeta es un constructor de esqueletos para sostener las pieles y carnes más difusas y escurridizas; las más sutiles palabras deben descansar sobre los andamiajes más firmes.

»Esa habilidad para construir osamentas sólidas es lo que hace al poeta y no su conformidad con la romántica imagen de individuo hipersensible y lleno de rarezas —aunque algo de eso hay—. Pero lo primero es lo primero, y no podemos empezar a construir el poema por la conmoción y el fogonazo, hace falta combustible y habilidad para encender la yesca. Hace falta trabajo para no quedarnos en la futilidad o confundir la subjetividad infundada con la originalidad.

»La poesía, como casi todo lo que importa en la vida, primero se aprende, después se ejerce y siempre se ejercita».

4 de marzo de 2015

El mal partido

Me huelen los pies y el aliento
cuando ando mucho o lo hago lento.
Nunca corro ni grito
a pesar de los tasajos que me cuelgan.
Mi carne es recia y reacia,
con buqué residual a amoniaco.
Tengo agujereada la memoria,
recuerdo ofensas y perdono lo justo, casi nada.
Exagero mis hazañas inexistentes,
cuando no miran me cuento más de veinte,
bebo todo lo que puedo que siempre es poco.
Pido y exijo mucho, presto apenas y devuelvo menos.
No soy un buen partido, pero si un excelente roto;
un ejemplar descosido, todo costras y retales.
Tengo poluciones nocturnas, diurnas y en la merienda.
El culo me huele a culo,
como huelen las rosas recién abonadas.
Intento ser muy mal hablado
y se me ha quedado actitud de limón ciclotímico.
Se me da muy bien huir insultando.
Soy pelín machista y manchista:
la mugre que flota en los naufragios.
Todas mis camisas son son de arruga perenne,
por supuesto ronco hasta rasgarme
y no aguanto bien bromas ni existencias ajenas.
Si me pinchan sangro y después golpeo.
Suelo estar distraído, soy el peor partido,
pero en remiendos soy un experto.