Por eso los zombis
los runners
los cuñados
y los ciudadanos ejemplares
renunciaron al tiempo común
al saberse muertos
Por eso y porque amar era
trabajoso
porque
amar implicaba a otros
atenderlos
sustanciarlos
aproximarlos
invitarlos a destruir nuestro interés
Por eso el común denominador del hoy
es no querer a nadie
cerca
y la soledad funcional obsolescente
un electrodoméstico de parto
una caja fuerte para bocas de fraile
un laboratorio de distancias
Por eso los políticos
los politizados
los apolíticos granujas
y los pedigüeños
renunciaron al otro y al mañana
al saberse servidos
Por eso hoy todos muertos
y los cementerios desbordados
en las carreteras hacia la playa
en las carreteras en hora punta
en las carreteras parcheadas
en
ese sistema circulatorio que vierte
nuestra
sangre en fosas comunes
y los cementerios en todas partes
en los pechos y los puentes
en las rebajas y las sienes
en el ansia vestida de seda
en
el contrato atornillado
en
lo común el cáncer de lo siguiente
y
los cementerios llenos de tiempo
y
los muertos airados
y
los aires con olor a vino agrio
y
los vivos cada vez más muertos
y
las gentes renunciando a ser gente
en
su camino hacia el amor a medida
por
el carril del tiempo desesperado
Por
eso
porque
alguien vistió el tiempo de angustia
y
nos enseñó a gastarlo
nos
convenció de que es mejor pesar que pasar
nos
castigó si lo llenábamos de nosotros
por
eso
por
crédulos y cobardes
merecemos la muerte que nos labramos
***
*Nota: la primera estrofa de este poema está condenada, como la soledad que aparece en la tercera, a la obsolescencia programada. Los tópicos que recojo, esos personajes, estereotipos de usar y tirar, dentro de unos meses serán otros. Quizás el runner sea youtuber, el cuñado sea tronista o el zombi sea momia polioperada. También puede el lector poner en el lugar de los términos que uso los que prefiera. Pero ese "ciudadano ejemplar", construido con toneladas de obediencia y complacencia, ese existirá siempre, se arrimará siempre al fuego que más caliente y se vestirá con el traje que le garantice el camuflaje perfecto. Ese ciudadano, del que todos somos parte y del que todos tenemos algo, es el enemigo más aterrador que jamás enfrentaremos.