Baja al sótano a escuchar
donde las ratas tienen su lenguaje
y busca el conjuro
del primer ser nacido sin poesía
Baja al temor de la noche
al silencio sacerdotal
previo al chispazo que arranca
una verdad a la fiera
Baja para quedarte
a la recolección de las semillas
y ser la carne del fruto más dulce
baja a ser comido por el silencio