del asfalto queremos poder
reventar
el deseo como una caja fuerte
donde padre guardó el secreto y dejó
migajas sus vicios coraza consejos y polillas:
cuando seas hombre hecho solo por fuera
sabrás a hijo obediente
los idos queremos
reventar
que de nuestros pedazos emerja
la palabra martillo
no futuro ni esperanza ni calumnia
martillo cabeza y rastro
de sangre
reventar queremos
Nosotros los hijos de la renuncia
nos juntamos hasta ser umbral
carne en su punto rama quebrada pieza
a pieza abriéndonos como los labios
de la cuneta ante la voz del diente
de león del acebuche del arado que ya no
se puede leer según el método
de la herencia cuesta abajo
venimos a traer jeroglíficos
a deshacernos ante vuestros ojos
para que piséis la piel curtida que fuimos
la vistáis la honréis la icéis con orgullo
en vuestros balcones para que recordéis
que hubo un lugar lleno de cuerpos desnudos
Nosotros que casi fuimos capaces
de reventar
os traemos la crónica
de cómo la costumbre perdió su propósito
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