42.
regresa
para ahuecar un nido en la fisura
entre las ramas
entre los surcos
entre los niños
se espesa
en la grieta en la herida que recoge
los huesos del invierno
naranjas en las cumbres
asombro de ser libres
con nosotros a cuestas
se arrastra va despacio remonta nuestra espalda
y besa aquellas piedras
que dejamos sin tirar
las pare siendo espasmo en nuestras manos:
el reto de romper la superficie
nos deja decidir
nos da razones nuevas
nos tienta y nos aturde
El poema
es animal que sabe
lamer al moribundo
e iluminar los pórticos