Esos días en los que todos
lucen sus corazas de dientes
sus armaduras de hueso
sin carne sin corazón delator
Esos días de toda la servidumbre
a la vista
Esos quebradizos días
llenos de gente rota con espadas
es complicado reconocer
quién y qué,
en medio del infierno, no es infierno,
y hacerlo durar, y darle espacio.
Esos días pasan
a menudo te encuentras
de rodillas y con la súplica
en medio del campo de ababoles asoma
un obús por estallar y Dos maneras hay
de no sufrirlo. La primera es fácil y tatuada
en el niño sé valiente consigue destaca
copia solo lo que te puede hacer merecedor
de victoria machaca enemigos cara al público
y pastillas en la intimidad de tu agujero látigo
La primera es fácil para muchos: aceptar
el infierno y volverse parte de él
hasta el punto de no verlo más
Esos días la segunda es peligrosa
y exige atención y aprendizaje
mucho espacio mucho grito un hacer
valioso en la renuncia
Esos días fin de todo cada tanto
es mejor la retirada y el recuerdo:
debajo dentro detrás en todas las partes
desatendidas el que no tiene alarga
la mano y te ofrece el alivio
y de repente Ese día reconoces quién y qué
en medio de la infamia sabe
armar con las piezas desperdigadas de lo real
un jaleo de tallo
un tumulto que rompe la impostura